jueves, 27 de noviembre de 2014

¿Cómo mantener la salud mental en el entorno laboral y no ser despedido en el intento?

A mi, y estoy segura que a muchos de ustedes, me da la sensación de que para mantener mi salud mental en el entorno laboral debo tomar 1 de 2 opciones, o mantenerme callada aguantando cualquier situación con la que no estemos de acuerdo o, responder desde las víceras a aquel que cruce una línea imaginaria o abuse de nuestra condición.

Lo entiendo perfectamente, pero últimamente he estado pensando en la manera en que puedo mantener esa salud mental (que a diario en mi jornada laboral siento que voy a perder) sin responder a impulsos básicos que sólo responden a la viceralidad de un momento?


salud_mental


La respuesta es tan sencilla de explicar como complicada de ejecutar, pero no imposible. Trabajar con gente tóxica, desagradable o irrespetuosa es una prueba de paciencia que testea hasta al más paciente de los seres, y es aquí donde podemos elaborar una fórmula llena de elementos positivos que podemos desarrollar  para no morir en el intento.

En primer lugar la empatia, de dónde viene la actitud o personalidad del sujeto, no podemos negar que cada ser tiene una historia que lo moldea, ya sea por crianza, cultura, experiencias o personalidad pura, toda actitud , por desagradable que sea, tiene un trasfondo que la ampara o explica.

OJO no es necesario saber la historia o antecedentes de una persona, sólo  con preguntarse ¿qué lo habrá llevado a tener esa actitud ante la vida? ¿qué le habrá sucedido? Estas preguntas nos ayuda a humanizarlos.

Como segundo elemento, la respiración, respirar no sólo por las fosas nasales y los pulmones, respirar con la vista, con las extremidades, apartarnos un poco del ambiente "toxico" y siempre recordar las razones por las que estamos ahí desde un enfoque positivo, no desde la rabia o necesidad, sino desde la visión de que lo que estamos haciendo o soportando rendirá un fruto mayor, conseguiremos ese objetivo o meta que estamos persiguiendo.

Apártate, céntrate, respira, vuelve a enfocar tu meta, esta pequeña actividad a mi me ayuda a enfocarme en lo importante y restarle importancia al elemento toxico.

Si no puedes apartarte siempre recomiendo tener una "muletilla", cuando sienta que la sangre comienza a hervir, busca alguna actividad o pequeña acción imperceptible que te recuerde todo lo anterior, tus objetivos y metas, podría ser por ejemplo tener siempre una libreta a mano donde leerlos o dónde escribirlos.

Y por último, a mi me gusta pensar que si yo soy la que pierdo la paciencia ante otra persona, esa persona gana (lo se, tengo un espíritu competitivo) si yo me enfermo, molesto, daño mi día o mi entorno soy yo la única que puede sufrir una consecuencia negativa, aún y cuando se supone que estamos evitándolo toda costa o confrontándolo con las víceras, sea cual sea nuestra elección o sus consecuencias perdemos, perdemos vida, perdemos tiempo, perdemos energía, perdemos salud, perdemos alegría.

Un ejercicio muy interesante es hablarle a ese jefe o compañero desagradable, con mucha educación, de forma pasiva y en positivo, al principio verás que se descolocan y luego poco a poco y si su personalidad o ego lo permite, verás que se relaja o que responde un poco más cera de lo que tu esperas como una respuesta adecuada.

No olvidemos que la salud corporal está directamente relacionada con la salud corporal, algunos estudios el ejercicio físico mejora la condición corporal y por ende la salud mental. Un estudio del entorno laboral en Inglaterra arrojó que  las personas que dejaron de conducir y empezaron a ir andando o en bicicleta a su trabajo, registraron un mejor bienestar así como una mejor capacidad de concentración y un menor nivel de estrés

Ser el más inteligente de la situación no es perder la batalla, la ganar ganando salud metal.

0 comentarios:

Publicar un comentario